Adriana Khazki
Fb. Chi Kung Tai Chi Clases Wu Wei

Guío prácticas de Chi Kung grupal e individual y de Tai Chi Chuan.
Practiqué y me formé con Gustavo Villar en El Centro, City Bell-La Plata (2007-20015)
Practiqué y aprendí un montón! con Jóse Sanchez Barbecho, Villa Crespo, CABA (2012 hasta hoy)
Prácticas con Master Wang en La Escuela del Dragón, Monte Wudang, China (2016 y 2017)

Integrar… expandir

«El cuerpo entero debe estar relajado, abierto, suelto, de manera que el Chi, la energía vital, pueda circular sin bloqueos. Debemos hacernos accesibles al flujo de Chi en nuestro cuerpo y a las corrientes del Tao en nuestra vidas. El método es eliminar bloqueos. No hay nada que tengamos que hacer, a lo que aspiramos ya está ahí. Tenemos que disolver los bloqueos que lo impiden para que pueda emerger.»

Chen´g Man Ching

El Chi Kung, como parte de la cosmovisión China, entiende que ejercitar el cuerpo es sinónimo de desarrollar equilibrio físico, mental y espiritual. El pensamiento Chino establece puentes sobre la cosas, así como una correspondencia entre el cuerpo, la mente y el espíritu, es decir integra.

Imaginemos una situación posible: Se acerca nuestro horario de práctica, llegamos de la calle, de nuestros asuntos cotidianos, del trabajo, de la escuela de los chicos, de conversar con alguien. Acabamos de escuchar la radio, leer un libro, mirar algo en la tele o mensajes en el celular… Estamos relacionados con el afuera la mayor parte de nuestro tiempo.

Para comenzar la práctica de Chi Kung es necesario que conectemos con «el adentro». Con nuestro cuerpo. Con nuestra respiración. Con el espacio que ocupamos. Con la sensaciones que nos habitan. Es preciso traer nuestra mente hacia adentro.

Comenzamos relajando el cuerpo, la musculatura, entregando peso a la tierra. Un cuerpo relajado permite que la respiración se expanda, se haga más suave, más profunda. Cuando la respiración está libre, el abdomen se mueve de modo natural, y a su vez, la respiración se libera cuando el diafragma está relajado.

Los movimientos del cuerpo suceden de forma natural cuando permitimos que el Chi (energía vital) se manifieste, y el Chi circula libre cuando no hay tensiones que lo obstaculicen. Para albergar sensaciones nuestro sistema nervioso debe estar relajado. En cuanto estamos tensos nuestra capacidad de sentir procesos corporales se reduce. Cuando estamos muy presentes en estos procesos, podemos percibir una cadena de sucesos que nos demuestran que todo está unido, conectado. Que somos un organismo vivo manifestándose en distintos planos, físico, emocional, energético, mental. Todo sucede a la vez, en simultáneo.

Cuando el cuerpo y la respiración están relajados es más sencillo aquietar la mente. La mente dirige y guía el Chi, pero si no logramos relajar el cuerpo, la mente no podrá dirigir y guiar. A la vez, cuanto más plástica y flexible sea nuestra mente, cuantas menos ideas preconcebidas y menos prejuicios tenga, más se expandirá. Es un entrenamiento. Desaprender, desandar caminos, abrir nuevos senderos.

Esta propuesta está mucho más cerca del no-hacer que del hacer. No hay nada que tengamos que hacer, a lo que aspiramos ya está ahí. Expresa el concepto taoísta de Wu Wei, hacer sin interferir, no alterar el curso natural de las cosas, dejar que se revele lo que está sucediendo. Que pueda emerger lo que está por debajo, acorazado por el ir y venir de lo cotidiano.

En la medida que logremos, a través de la práctica, relajarnos y propiciar estos espacios internos, sentiremos cada vez con mayor intensidad los beneficios del Chi Kung.

Por eso considero fundamental para nuestras vidas occidentales, otorgar tiempo y espacio al momento previo a la práctica. Momento de centramiento, alineación y conexión profunda. Incluso creo que es una excelente preparación para cualquier actividad artística (danzar, escribir, pintar, cantar…) ya que nos conecta con nuestro ser, para desde ahí desplegarnos.

No es necesaria experiencia previa para vivenciar los movimientos suaves y relajados del Chi Kung. No hay edad para comenzar con la práctica. No hay meta a dónde llegar, sólo la fluidez del momento presente.

En estos tiempos de cuarentena y de quedarnos en casa, seguimos haciendo las prácticas a través de una plataforma digital.